A Álvaro Muñoz Escassi le crecen los enanos y es que los problemas judiciales se le amontonan. Tal y como ha podido conocer la revista SEMANA, un empresario portugués acusa al jinete que enamoró a Lara Dibildos de deberle 200.000 euros por el traspaso de un local en Madrid. Una acusación que ha llegado a los tribunales a modo de demanda por un supuesto delito de estafa hecha efectiva en el Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid.
Un emplazamiento al que Álvaro Muñoz Escassi deberá acudir en calidad de imputado para responder de su posible responsabilidad como administrador único de una sociedad por impago de una cantidad que ronda los 200.000 euros, intereses y costas judiciales incluidos. Un delito por el que, de ser declarado culpable, además de la citada cuantía a modo de multa, le supondría una condena comprendida entre los 6 meses y los 3 años de prisión.
El fracasado local de copas de Escassi
Los hechos se remontan a mayo de 2013, cuando Álvaro Muñoz Escassi y un socio se hicieron con el traspaso de un local situado en la madrileña calle Infantas. Hasta la fecha, el local estaba destinado a ser un restaurante, regentado bajo el nombre de ‘Ristorante Casavostra’.
El empresario portugués que se encargaba de su explotación decidió echar el cierre y traspasar la propiedad del mismo al jinete y su socio por un valor de 147.000 euros. Un precio al que podrían hacer frente en cómodos plazos hasta noviembre de 2016, con el pago de 4.393 euros el día 20 de cada mes, tras haber adelantado mediante un cheque de 8.786 euros a modo de fianza.
Así nació el local ‘Si, No? Restaurante y copas’, tras una costosa obra de acondicionamiento y reforma para poner a punto su apertura. No obstante, este desembolso inicial, unido al alto coste de alquiler y a que el restaurante no llegó a despegar, obligaron a Álvaro Muñoz Escassi y su socio a cerrar sus puertas en enero de 2014, tan solo 8 meses después de firmar el contrato de arrendamiento.
Tal y como mantienen los demandantes, Álvaro Muñoz Escassi y su socio no llegaron a hacer frente a ninguna mensualidad acordada y las reclamaciones por impago tampoco eran respondidas. Es por este motivo que se vieron en la obligación de contratar los servicios de la empresa El Cobrador del Frac S.A. para tratar de recuperar su dinero. Ante esta situación, el empresario portugués considera demostrado el “ánimo de lucro” del afamado jinete y su voluntad de “engaño”. Algo que, por el momento, deberá determinar un juez.
Twitter: @TwiSalvame
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