La boda del año, la que se celebrará este próximo 19 de mayo y en la que se darán el sí quiero’ el príncipe Harry y Meghan Markle, está provocando un despliegue de seguridad sin precedentes en la ciudad de Londres.
El gasto entre cámaras de vigilancia, cortes de calles y agentes de seguridad podría alcanzar los 34 millones de euros, según ha desvelado el ‘Daily Mail’, una cifra muy superior a la que se invirtió en la boda entre el príncipe Guillermo y kate Middleton celebrada en el año 2011.
El aumento de los ataques terroristas en estos años y las amenazas que la novia ha recibido, de tipo racista, por su procedencia familiar, son los dos factores que más preocupan a la Casa Real británica.
Tres son los puntos donde se concentrará la vigilancia. El primero de ellos será el castillo de Windsor donde se celebrará la boda; el segundo será la capilla donde se oficiará la ceremonia, la capilla de San Jorge; el tercero el hotel Cliveden House, donde Meghan Markle pasará su última noche como soltera y donde curiosamente acaba de celebrar su boda el jugador de fútbol Cesc Fábregas con Daniella Semaan.
Todo preparado
Sólo dentro del castillo de Windsor, el despliegue de agentes de Scotland Yard superará los 4.000 y se encargarán de velar por la seguridad de los más de 6.000 invitados y de la Familia Real británica.
Las calles aledañas a estos recintos clave del enlace también serán vigiladas con gran intensidad. Habrá tramos cortados, numerosos agentes y cámaras de vigilancia poniendo el foco en cada movimiento.
La ilusión y las expectativas con la llegada de esta señalada fecha son enormes entre la ciudadanía y en todo el mundo, pero la tensión y los nervios por que todo transcurra sin incidentes que haya que lamentar, también. Una gran responsabilidad para la que no se está escatimando en gastos.
Twitter: @TwiSalvame
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