jueves, 23 de noviembre de 2017
Guerra de comunicados entre los Vargas Llosa a causa de Isabel Preysler
Los Vargas Llosa se encuentran en la picota debido a una imagen. Una fotografía tomada el 13 de noviembre es la principal razón. Ese día, se realizaba un homenaje académico al premio Nobel en Nueva York y se tomaba una foto de él con Isabel Preysler, Tamara Falcó, tres de sus nietos y su hijo Álvaro. Hasta aquí todo normal si no fuera porque la susodicha imagen acabó en las páginas de '¡Hola!', lo cual llevó a otro de los hijos del escritor, Gonzalo, a enviar un comunicado a 'LOC' en el que se quejaba de esas fotos.
“Mis hijas no tenían idea que habrían periodistas en el homenaje académico a su abuelo en Nueva York, y mucho menos que ¡Hola! publicaría fotos de ellas con la señora Preysler. De lo contrario, no hubiesen aceptado ir al premio. Si lo hicieron, es exclusivamente por el cariño y admiración que le tienen a su abuelo. Este reportaje es una penosa ilustración más de la capacidad de la señora Preysler para manipular a las personas para sus propios fines”, escribía
“En estos dos años y medio desde que comenzó su relación con mi padre, la señora Preysler no ha invitado ni una sola vez a mis hijas a comer o a cenar en privado para poder conocerlas. Eso es exactamente lo que hubiese hecho si quisiera establecer una relación genuina y transparente con ellas. Y no lo ha hecho porque su único interés es la publicidad. Estoy convencido que mi padre tampoco estaba al tanto de que mis hijas aparecerían en este reportaje de ¡Hola! Mi padre, que sí tiene una relación genuina y transparente con sus nietas, y que es una persona honesta, nunca las expondría a este tipo de publicidad innecesaria”, ha añadido.
El Nobel e Isabel Preysler no se han quedado quietos ante este ataque. El propio Vargas Llosa ha elaborado un comunicado que ha llegado a varios periodistas, incluidos los de la redacción de Vanitatis, en el que matiza las cosas. Este es su contenido:
“El 11 de noviembre la Getty Foundation me honró con una medalla en la Morgan Library de Nueva York, en una cena a la que asistieron, además de mi hijo Álvaro y su esposa Susana, mis nietas Josefina, Aitana y Ariadna. Las tres sabían perfectamente que yo estaría acompañado por Isabel y yo mismo les advertí que habría fotógrafos en el acto. Me alegró que, pese a ello, las tres, que son mayores de edad, se empeñaran en asistir. Sugerir que cayeron en una emboscada o que "la señora Preysler" se benefició económicamente con aquellas fotografías es una calumnia. También es falso que Isabel no haya tenido gestos cariñosos con mis nietas. Hace muy poco, a pedido de ellas, las hizo invitar en Boston a un concierto de su hijo Enrique, quien las recibió y se fotografió con ellas. No haré ninguna otra declaración sobre este asunto”.
Álvaro Vargas Llosa, que estaba presente en el homenaje, también ha elaborado un escrito con el que ha querido salir en defensa de su padre y de la propia Isabel Preysler. Este es su contenido:
“Acabo de poner en redes sociales esta nota. La he puesto en una cuenta de Twitter a mi nombre que me abrió hace un tiempo mi agente para conferencias y en la de Susana, que tiene muchos seguidores que son periodistas: Todos los miembros de mi familia que estuvimos en ese honroso evento sabíamos quiénes estarían allí y que era un acto muy público. Pido disculpas a mi padre, Isabel y Tamara por las injurias de que han sido objeto hoy a propósito de esa premiación. También agradezco a Isabel y Tamara la generosidad que han tenido para con las nietas de mi padre en el pasado”.
Este conflicto familiar viene a certificar que la relación del autor con Isabel Preysler sigue sin ser del gusto de todos sus hijos y promete no apaciguarse. Al menos, por el momento.
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